HORIZONTE Y PRINCIPIOS

FILOSOFIA INSTITUCIONAL

La institución educativa “Luís Carlos González Mejía” se apoya en principios humanistas, éticos, pedagógicos y democráticos que buscan alcanzar un currículo amplio, incluyente, que facilite la reflexión y la crítica; que permita el encuentro de las distintas creencias; que sea flexible, creador, justo; que posibilite el desarrollo de procesos de autonomía e identidad y ,sobre todo, de formar generaciones de personas en y para la libertad y la felicidad.

MISIÓN:

La institución educativa “Luís Carlos González Mejía” tiene el compromiso social y pedagógico de formar ciudadanos competentes que asumen y ejercen con autonomía su proyecto de vida, los derechos humanos y fundamentales, las normas legales, la conservación del medio ambiente y los escenarios de participación, mediante el fortalecimiento y desarrollo armónico de las dimensiones -ética, estética, corporal, cognitiva, comunicativa, política, sexual y espiritual-, inherentes al ser humano.

VISIÓN:

La institución educativa “Luís Carlos González Mejía” será reconocida social y académicamente como una entidad líder en la formación de estudiantes con un perfil en Gestión Pública, capaces de comprender, transformar y mejorar su entorno inmediato, en procesos de liderazgo, participación responsable e impacto en la comunidad.

PRINCIPIOS INSTITUCIONALES

  1. LA RESPONSABILIDAD: En la responsabilidad como principio “la escuela tiene como misión lograr, que el sujeto, su yo, participe, colabore e intervenga en la elaboración de la normatividad, para que, en el momento en que se necesite responder por sus actos y su carácter, no la sienta como una imposición violenta, sino que la acate como una responsabilidad consigo mismo y con su comunidad, para que en su actuar como ciudadano sea garantía de la estabilidad social y de la seguridad común en su relación permanente HOMBRE – SOCIEDAD”.
  1. LA INVESTIGACIÓN: Es una actitud personal y profesional que debe desarrollar y asumir la comunidad educativa, para lograr la comprensión, transformación y mejoramiento del entorno educativo, social y cultural, a través de procesos de diagnóstico, indagación, problematización, conceptualización, intervención, registro, análisis crítico, sistematización, evaluación y socialización de resultados.
  1. LA TRANSVERSALIDAD: Es un enfoque integrador e interdisciplinar del currículo que permite la incorporación tanto metodológica como conceptual de los derechos humanos y del conflicto como elemento positivo.  “Esta tensión ha dado lugar a que los temas transversales, configurados inicialmente como grandes ejes  de globalización e interdisciplinariedad, giren hacia una educación moral efectiva para enfrentar  los retos de la sociedad”  (Velásquez Acevedo, 2007).  La institución educativa debe posibilitarle al estudiante la comprensión de los problemas cruciales, que son de gran trascendencia en la época actual y sobre los cuales las sociedades y la comunidad internacional, reclaman una atención prioritaria; desde allí  deben desarrollar un juicio crítico, siendo capaces de adoptar actitudes y comportamientos basados en valores, racional y libremente asumidos.
  1. LA SOLIDARIDAD: Es un valor que promueve el trabajo en grupo para alcanzar un objetivo común, que no solamente beneficie a cada integrante en particular, sino que también sea valioso para el grupo en general. Desarrolla actitudes y aptitudes relacionadas con el cumplimiento de tareas asignadas, con el ejercicio de las competencias ciudadanas evidenciadas en la escucha activa, la empatía, la resolución de conflictos, el análisis crítico, la honestidad, la equidad, la ayuda y la comunicación asertiva.
  1. EL DIÁLOGO: En palabras de Gadamer, el diálogo es “el modo efectivo del lenguaje”. Es la relación de la pregunta y la respuesta que media el intercambio entre los dialogantes. En este proceso comunicativo, de conceptualización, se busca un consenso, un acuerdo que permita a los actores entenderse entre ellos. Es esa comunicación y lenguaje compartido lo que vincula y propicia el diálogo.  Uno de los objetivos básicos de los encuentros en el aula es el de posibilitar la comunicación, lo que implica aprehender el consenso ó el disenso,  que da sentido al hecho de hablar con el otro. El diálogo permite el reconocimiento del otro en la constitución de sentidos,  propiciando el ejercicio de la alteridad en una relación intersubjetiva.  El diálogo en el aula de clase debe eliminar toda posibilidad para el ejercicio autoritario del habla por parte del docente, al doctrinarismo y todo recurso ideopolítico que impida la crítica y el cuestionamiento de los argumentos presentados en el desarrollo de los encuentros.
  1. EL AUTOCONOCIMIENTO: Este concepto se refiere al cuidado y al “conocimiento de sí mismo”, que según Foucault, es una práctica donde el sujeto trata de hacerse a sí mismo a partir de un saber determinado y es precisamente ese saber el que le permite construir su ser.  Esto no es otra cosa que la construcción de su voluntad de poder y su libertad.  El conocimiento de sí está referido a la experiencia del ser.  En la pedagogía se ha privilegiado un conocimiento relacionado con unos dominios de saberes específicos y pocas son las experiencias de prácticas relacionadas con el conocimiento de sí; en este sentido la pedagogía puede dar respuesta a la pregunta por la construcción del sentido de la vida práctica, para lo cual se requiere de un conjunto de mecanismos que faciliten materializar esta intencionalidad propiciando a los profesores y a los estudiantes adquirir el hábito de ocuparse de sí mismo, para lo cual es necesario llevar a cabo un proceso sobre sí.

El cuidado y el conocimiento de sí, están en estrecha relación: solo puedo conocer algo de mí mismo cuando soy capaz de cuidarme y solo puedo cuidarme cuando me conozco a mí mismo.  Se puede considerar que hace parte del cuidado y por tanto del conocimiento de sí, el conjunto de actividades relacionadas con el bienestar institucional, la inclusión de variados procesos de prácticas deportivas y de juego, la configuración de talleres y/o espacios que se ocupan por asuntos relacionados con el cuidado de sí”. (Baracaldo, 2006)